
No la llamó, no le avisó, no le dijo nada para que sea una sorpresa completa. Tan solo fue a buscarla, fue por ella. Ella, sin saber nada de lo que el destino le guardaba, podia sentir en el aire la magia que flotaba en la brisa de verano. Sus problemas la agoviaban por lo que fue a la plaza del pueblo a aclarar sus ideas. Se sentó en un banco y miraba a las personas. Pensó en él y empezó a imaginarlo cerca, imaginó que lo tenia entre sus brazos, acariciandolo muy tiernamente y susurrándole al oído: "La fiebre de un sabado azul..." El pasaba por la plaza, conociendo el pueblo al que habia llegado el dia anterior, cuando la vio. No pudo reaccionar. Se quedó mirándola semi escondido atras de un arbol. Ella era preciosa, mas de lo que sus sueños imaginaban, mas de lo que sus ojos miraban, mas de lo que su alma percibía. La veia cantarle en voz muy baja y muy suave a ese personaje que la enamoró con palabras virtuales, a ese ser que la acompañaba siempre en el mundo de su imaginacion, que la abrazaba sin brazos, cual venus de milo que solo puede demostrar con sus labios, ese hombre que le hacia alcanzar la felicidad. Como podia ese angel derramar una sola de sus lagrimas??? Era algo que el no podia comprender... Caminó muy despacio y sigiloso a su encuentro, pero ella estaba tan concentrada imaginandose junto a el que no pudo saber que alguien se acercaba a ella. El llego a su lado y se sentó en el mismo banco de la plaza. Ella tenía la mirada perdida en la nada misma, parecia estar abstraída del mundo entero. El tomó un hondo respiro y le dijo: "Disculpame, serias tan amable de decirme que hora es??" -Cinco y media- le espondió ella sin mirarlo. -"Entonces llegué tarde, el destino me dijo que me tendría una sorpresa acá a las cinco... ...no lo viste pasar?? no te dejó nada dicho para mi???" Entonces ella por fin apartó su vista del piso y lo miró directo a los ojos. Vio una mirada que conocía muy bien, una mirada que habia visto millones de veces, cuando se sentia sola e imginaba que estaba con el, en el, y para el. Cuando lo reconoció, una lagrima cayó fugazmente por su mejilla. El se acercó muy lentamente a ella, y le dijo al oído: "cuando veas al destino agradecele por este regalo" -¿Por cual regalo debo agradecerle? Entonces el acarició sus labios muy sutilmente para luego besarlos con la dulzura y la suavidad con la que se deja seducir una rosa sin espinas. -"Por este regalo, por el beso de un angel..."
1 comentario:
Me encanto este cuento!!!! es magico!!
Te mando un abrazo enorme!!!
Pasate por mi blog que actualizo a diario!!
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