30 diciembre, 2005

Libro

Encrucijada de almas
Capitulo 1

"El comienzo de la pesadilla"
Estoy sentado frente a mi escritorio, en mi oficina, mas precisamente en el edificio central de mi grupo empresario. Es muy tarde. Me quedé toda la noche trabajando. Siempre lo hago. Es verdad lo que dicen; el poder y el dinero te aislan. No puedo confiar en nadie. Mis ojos empiezan a arder por estar tantas horas seguidas frente al monitor. Es la señal de que ya debo irme. Pero antes de hacerlo doy un vistazo a la vieja agenda que usaba en la escuela. Ultimamente estuve un poco melancólico y pienso que recordar un poco me va a hacer bien. Y así fue. Hace muchos años que no la miraba y cuando la empiezo a revisar me encuentro con muchos dibujos y firmas de mis compañeros y compañeras de aquellos años. Sonrío al recordarlos. Paso las páginas hasta que en una dice que es mi cumpleaños. Es la correspondiente al 25 de Enero. Trato de recordar como fueron los últimos y me doy cuenta que habia dejado de festejarlos hace mucho. El trabajo me absorbió tanto que perdí la noción del tiempo, no recordaba mi cumpleaños, ni siquiera sé en qué día estoy... ...¿Qué día es hoy? Me fijo en el almanaque de la computadora y me sorprendo al ver que eran las 4:26 a.m. del jueves 26 de Enero. Apenas unas horas atrás acababa de acontecer mi cumpleaños número 30. El tiempo es demasiado efímero. ¡Si me parece que fue ayer cuando cumplí mis 24 años !!!, días antes de que tuviera esa visión que cambiaría la forma de hacer negocios en el mundo informático. Nadie podía creer que aquel muchacho tan común, que vivía en el barrio, al llegar a los 30 sería el dueño de las 5 empresas informáticas mas grandes y poderosas del mundo. Nadie imaginó que lo pudiese lograr en apenas 6 años... ...¿Seis años? Siento mucha preocupación al pensar en ese lapso de tiempo. Pero cuando intento pensar en el por qué me preocupa, una voz grave y masculina interrumpe mis pensamientos.
-Ya es hora.
-¿Quién está ahí?-Pregunto con un poco de temor porque, según lo que se me había informado, todos los empleados se habían retirado hacía ya varias horas.
-Soy Lord Nástificc... ...¿Ya no me recuerda?
Entre las sombras logro distinguir una silueta negra en el fondo de la habitación, cerca de las ventanas y las cortinas. Pero no puedo reconocer a nadie ya que se oculta entre las sombras de mi oficina y esta muy lejos como para ser alumbrado por la lámpara de mi escritorio.
-Quizás si te viese podría recordarte...-Respondo desafiante.
-Me verá por toda la eternidad... ...¿Por qué tanto apuro?
-¿Eternidad?
-El contrato ha llegado a su fin. He cumplido vuestro deseo. Ya es hora de que Vuestra Merced cumpla con su palabra y me pague.
El sujeto levanta su brazo derecho y me señala con su dedo índice. Desde las penumbras donde se encuentra se encienden dos puntos rojos. Son sus ojos. Esa figura aún irreconocible para mí (aunque me resultaba inexplicablemente familiar) comienza a reir a carcajadas.
Comienzo a sentir mucho calor de repente. Todo a mi alrededor se estaba incendiando. Como acto reflejo me paro y corro hasta la puerta del pasillo, pero esta cerrada con llave (aunque yo no la habia cerrado). Miro hacia donde se encontraba el sujeto pero él ya no estaba ahí, se había ido de la habitación. Sin embargo aún puedo escuchar su risa lúgubre y sus tenebrosas carcajadas.
El fuego crece rápidamente, no parece ser un fuego común. Quema demasiado como para ser fuego natural. El incendio me rodea y toma mis ropas. Cuando ya no podía respirar y empezaba a sufrir el dolor de mi propia carne quemándose sonó una campana.
Luego de esa campanada el edificio entero estalló en llamas.